Una buena Aventura
¡Ahhhhh! Hacia tiempo que no escribía sobre una "buena aventura", qué ganas tenía de volver a sentirme tan vivo como justo ahora, tras haber realizado la buenaventura, y que ganas de escribir sobre ello para poner palabras a lo sentido y recordar los buenos momentos pasados.
La aventura en cuestión sucedió ayer, y consistió en subir una via de escalada de 5 largos en Egino llamada "La paloma y el Gran Azor". Son 2 peñas una encima de la otra con forma de paloma la primera y de Gran Azor la segunda o eso debió pensar por lo menos el que les puso el nombre ;-)))
En la imagen se ve con una linea roja por donde va la via
Hasta aqui todo sencillo, los grados asequibles, V, V, IV, 6a, 6a. Bueno 6a/A0 (V obligado) que significa que cogiéndote a una cinta conviertes el 6a en V, es decir le bajas un grado y lo haces asequible, asequible sobre todo para Katia, mi compi, que tiene un grado de V y en los sextos se empieza a atragantar.
Y no es para menos porque hacer un sexto es complicado, necesitas entrenamiento y técnica, no vale con estar fuerte sino sabes leer la roca y que movimientos necesitas llevar a cabo para superar los problemas, lo sé por experiencia porque a mi hacer un 6a me llevo meses de entrenamiento y obstinada fijación con el objetivo. Hoy en día 7 años después de aquel primer 6a en Santa Barbara junto con Sergio Martín, todavía me cuelgo en muchos de ellos, por ejemplo el de ayer ;-)
Pues bien, quedamos a eso de las 11h porque algo había que trabajar, vaya, que todo no va a ser disfrutar en esta vida, o si :-))) El caso es que quedamos algo tarde, e íbamos camino de Egino cuando de repente, zas, se me empieza a nublar la vista, levemente, lo cual me hizo pensar que estaba empezando una de mis migrañas que suelo tener una o 2 veces al año...Lo primero avisar a Katia, lo segundo pensar un plan...decidimos parar en Tolosa, pillar ibuprofeno y ver que tal, así lo hicimos y...con positividad y paciencia, vi que contra todo pronostico (cuando me daba la migraña me solía dejar frito todo el día) estaba funcionando.
Vista de la paloma y el gran azor desde abajo
Una vez en Egino comprobé que el dolor había casi desaparecido y decidimos tirar para la vía, no sin antes extraviarnos, finalmente la encontramos y empezamos a subir tarde, muy tarde, a las 13h30...total que tampoco era el mejor día para escalar, abajo vientos de 25 km/h (arriba seguro que bastante más), 7ºC y nublado en la llanada alavesa. El viento se sentía muy fuerte porque ahí cuando es sur sopla, pero bien.
Hey, y allí entre Katia y yo todo era positividad, ganas y enfoque en nuestro objetivo y así empezamos el primer largo, que fue muy bien hasta que a Katia se le entumecieron las manos del frío y tuvo que parar unos minutos de escalar...el segundo largo me paso a mi algo parecido pero bien, al fin y al cabo "solo eran quintos".
Y en un plis estábamos en el Gran Azor, no sin antes haber tenido una buena dosis de aventura buscando como enlazar ambas pareces. Y empece a escalar...upppssss, 6a y las cosas se empezaron a torcer, empece a pensar "y si Katia no puede, y si me caigo, y si esta mojado, ufffff", "venga Katia vamonos a la vía de la izquierda que parece más fácil" le dije. Y lo intente pero había un paso raro para cambiarme de vía y no me atreví, total "pues venga vamos a hacer esta" y ale pasito de 6a, plis plas y pa arriba, cada chapa asegurada con intervalos de 3 o 4 metros era una victoria.
El pasito antes de la reunión efectivamente mojado pero salió y nada Katia empezo a escalar, pim, pam, pim, pam, pequeño bloqueo en el primer pasito de 6a, segundo pequeño bloqueo en el segundo pasito antes de la reu y ya estabamos juntos. El caso es que mientras subía se me ocurrió mirar la hora y vi 16h30 y pensé "QUEEEEE, YAAAA, OSTIAAAA", y cuando llegó pensamos en bajarnos, porque lo que se veía a continuación era todavía más duro que lo que habíamos hecho pero...ya solo quedaba un largo, el último y teníamos una hora para hacerlo, si, tiempo suficiente para conseguirlo si hacíamos las cosas rápido y bien así que manos a la obra.
Comienzo del primer largo del gran azor y Katia finalizando el segundo largo, también del gran azor.
Es increíble lo rápido y bien que funciona la cabeza cuando uno esta bajo el estrés de poder pasarlo mal si no hace las cosas bien, te hace sentir vivo, primero pim, pam, hacer el nuevo pasito de 6a, segundo, aprovechar un árbol y una chapa para hacer una reu justo después, tercero ayudar a Katia a subir porque aquello era todo menos acerable (definitivamente me había equivocado de vía, era la de la izquierda) y ala! a terminar la vía.
Y, de repente, oh,oh, nuevo cambio de planes quedaba el paso más duro cuando ya nos veíamos arriba así que me colgué, lo estudie, intente acerar pero nadaaaa y lo volví a estudiar y plis ahí estaba la respuesta, por la derecha, así que por ahí fui y conseguido. a partir de ahí todo fue fácil hasta la reu, luego Katia tuvo su batalla particular con el paso que ella si pudo acerar dejando buena cuantía de fuerzas puesto que en ese caso le toco tirar para arriba con todo lo que tenía.
Después del rapel que hay en la cima, solo 4 mts y pasando una zona expuesta antes de llegar al camino
Y por finnnnnn en la cumbre con la noche ya casi, casi cayendo, no hubo tiempo para celebraciones, buscar el rapel, montarlo, hacerlo, caminar un poquito hasta el camino y bingo, rápidamente zapatillas y para abajo porque la bajada se las traía, momentos de dudas en algún destrepe, pero guay, lo logramos...17h50 marcaba el reloj cuando llegamos a Egino, noche cerrada y uno de esos comentarios irónicos que hacen reir " Esto si que es aprovechar un día, uppsssss :-)"
Egino en la noche desde el camino de bajada.